sábado, 20 de junio de 2009

Cautela en Suiza ante la Cienciología, que disfruta allí de días apacibles


Mientras que en Francia, un proceso en curso podría llegar a su suspensión, la Iglesia de la Cienciología disfruta de días apacibles en Suiza, explicaba el pasado 4 de junio el medio Swiss Info. Menos agresivo que en los años 90, este movimiento apenas llama la atención, al contrario que la religión musulmana. “Después de los atentados del 11 de septiembre, las discusiones y los temores suscitados por las sectas en Suiza han sido sustituidos por los de la religión musulmana”. Es la afirmación de René Pahud de Mortanges, director del Instituto del Derecho de las Religiones de la universidad de Fribourg.

De hecho, los suizos se pronunciaron -antes de fin de año- sobre una iniciativa que pretende impedir la construcción de minaretes en Suiza. Un escrutinio y un debate que han sacado a la luz del día los miedos y los fantasmas que suscita el Islam en el seno de una parte de la población suiza. A pesar del terreno resbaladizo que está pisando en Francia a cusa de un proceso que podría llevar a su disolución, la Iglesia de la Cienciología no parece notar inseguridad en Suiza.

Una “espiritualidad” muy material

No ha sido siempre así. René Pahud de Mortanges cita un asunto emblemático en el cantón de Bâle-Ville al final de los 90. “Para vender sus cursos, la Cienciología recurría a métodos bastante agresivos. El gobierno de Bâle-Ville terminó por prohibir a los cienciólogos utilizar sus métodos en el espacio público”. El asunto terminó ante el Tribunal federal (Corte suprema), la organización ciencióloga agitando la bandera de la libertad religiosa. “La instancia suprema de la justicia suiza ha reconocido a la Cienciología el derecho de invocar la libertad religiosa, subrayando que la norma de Bâle-Ville no violaba esta libertad”, recuerda el buscador.

En esa época, los suizos estaban aún bajo el golpe de las acciones del Orden del Templo Solar, una secta que había asesinado a 74 de sus miembros en Quebec, en Suiza y en Francia de 1994 a 1997. Razón por la que el Parlamento suizo ha querido intervenir en el encuentro de los fenómenos sectarios. “En 1999, una comisión del Consejo nacional (Cámara del pueblo), pidió al Consejo federal que formulara una política a este respecto. El gobierno rehusó entrar en materia, arguyendo que tal política no era necesaria. En su respuesta, el Consejo federal subrayó asimismo que la búsqueda de informaciones sobre las sectas era competencia del mundo académico”, pone de relieve René Pahud de Mortanges. En aquella ocasión, el gobierno federal se lavó las manos, dada su neutralidad con respecto a los fenómenos religiosos y su escaso conocimiento de lo divino, al ser competencia de los cantones.

Un peligro para sus miembros

Por tanto, Suiza tiene muchas barreras de cara a las derivas sectarias. “Con la legislación actual, es perfectamente posible luchar contra toda una serie de abusos. Pero es necesario que los miembros de una u otra secta denuncien. Sus familias no pueden hacerlo en su lugar. Además, movimientos como la Cienciología pueden representar un peligro, sobre todo para sus miembros”, subraya René Pahud de Mortanges.

Un peligro que detalla Jörg Stolz, director del Observatorio de las Religiones de la Universidad de Laussanne: “Para llevar a cabo sus cursos, los cienciólogos hacen como los vendedores de seguros de los años 50, presionando para que usted compre. Como estos cursos son muy caros, la Cienciología ofrece la posibilidad de trabajar en sus centros para obtener rebajas. Así usted está realmente bajo el dominio de la organización”.

Y el buscador continúa: “Frente a este tipo de movimientos, siempre tenemos elección. Pero cuando se ha vivido mucho tiempo en un determinado movimiento, cuando se tienen amigos, cuando se han invertido dinero y tiempo en el marco de una formación, es muy difícil salir”. En Suiza, la ausencia de denuncias de miembros de la Cienciología en contra de su Iglesia, no significa que esta organización sea inofensiva.

Echando una mirada

Sin embargo, el movimiento fundado en los años 50 por el autor americano de ciencia-ficción Ron Hubbard experimenta también la suerte reservada a los recién llegados en el campo de lo religioso. “La Cienciología es un movimiento muy reciente, en línea con las preocupaciones del hombre moderno occidental. Propone una búsqueda muy individualizada del éxito, de la heroicidad (valentía) y del perfeccionamiento de sí mismo. Pero sus altercados con la justicia han frenado mucho sus ambiciones”, pone de relieve Jörg Stolz.

“Constatamos, añade el sociólogo de las religiones, que muy a menudo estos movimientos espirituales arrancan de forma muy efervescente y son percibidos como extravagantes e inaceptables por la sociedad. En sus comienzos, el Ejército de la salvación era considerado como la peor de las sectas”. Lo mismo podría decirse de los primeros cristianos. Con el paso de los años, según Jörg Stolz, la mayor parte de estos movimientos tienden a normalizarse y comprenden que deben armonizar con el resto de la sociedad, si quieren durar.

Defensa de la Cienciología

Francine Bielawski, portavoz de la Iglesia de la Cienciología en Suiza, asegura que esta normalización está hecha: “Hemos adoptado reglas muy estrictas para nuestros miembros que mostraban exceso de celo, resultado de los procesos desarrollados en el pasado”. Y la ciencióloga continúa su defensa: “En los países donde estamos reconocidos como religión, nuestras cuentas han sido examinadas. En Alemania, hemos sido investigados durante 12 años. Al final del año pasado concluyó que no había nada que reprocharnos y que éramos de utilidad pública”.

Una afirmación que modera René Pahud de Mortanges: “La Cienciología está siempre bajo vigilancia de las autoridades alemanas de protección de la Constitución”. “Después de los procesos de los años 90, los cienciólogos han comprendido que debían cambiar de actitud, reconocía el especialista de historia del derecho y del derecho canónico. Y está claro que estos procesos les han hecho perder adeptos”.

Por su parte, Jörg Stolz se muestra prudente sobre los cambios en la Iglesia de la Cienciología. “Es difícil saberlo realmente. Pero tengo la impresión de que ha habido cambios. En Estados Unidos, los buscadores estiman que la Cienciología se vuelve poco a poco un movimiento más respetable. En Suiza, parecen seguir la misma dirección. Pero esta evolución, si se confirma, se hace muy lentamente”.

De hecho, algunas obsesiones permanecen. “La Cienciología sigue teniendo fobia hacia los psiquiatras, constata Jörg Stolz. Para ellos, esta profesión ocultaría una organización secreta encarnando el mal absoluto. Una percepción bastante extraña. No está bien visto que una organización que se quiere respetable albergue tales ideas”.

Fuente: Info-RIES nº 137 (13/06/09).

No hay comentarios: